Cuando nos acercamos a los que sufren podemos sentir su dolor, y así interceder por ellos sintiendo su dolor como nuestro. Eso hace la gran diferencia entre sólo orar al de interceder por una persona.
EL AMOR DE DIOS
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LA PALABRA QUE CAMBIA: Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se
pierda...
Hace 6 años.