Pero el que peca habiendo conocido a Cristo, no puede disfrutar del pecado porque El Señor le reprende por medio de Su Espíritu. Su conciencia, al estar activa está alerta, y se vuelve una tortura con cada desvarío.
Como diría un pastor: el creyente que peca, viene a ser el hombre más desdichado del mundo, porque ni siquiera puede hacerlo con la misma libertad del que nunca ha tenido un encuentro con El Señor. —SG
Fondo: Blanco — Gris
0 comments:
Publicar un comentario