Por eso no quiere seguidores a la fuerza; ni por obligación, ni por interés. Si no es por amor, mejor nada. Así lo dijo:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.» Lc 9.23Pero nótese cómo dijo: «Si alguno quiere venir»; como diciendo: "por cuanto mi camino no es camino de fiestas ni de rosas, no estoy obligando a nadie; cada uno es libre de tomar su propia decisión. Pero si alguien se decide, sepa que con cada paso deberá estar dispuesto a sufrir."
El Señor dejó muy en claro que, seguirlo, requiere una vida de constante negación y sacrificio. No obstante, todos los seres humanos estamos en igualdad de oportunidad para tomar esa decisión, nadie puede argumentar sentirse en desventaja. —SG
*Si deseas leer la nota completa, ve al siguiente enlace → Cada uno de su buena voluntad.
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