¡Bendito Salvador!

Siendo Rico, Poderoso y Creador, se despojó de todo para venir y habitar entre los pobres y enfermos. Libertó a los cautivos, sanó a los enfermos, dio comida a los hambrientos, y nos enseñó el camino al Padre.

Siendo rico nació en cuna humilde, para incluirnos a todos; no tuvo coche, hizo su obra a pie. No usó Nike, sino sandalias de sus contemporáneos. No tuvo una cuenta en las redes sociales, lo hacía yendo de pueblo en pueblo.

La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,
quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.
Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo
y haciéndose semejante a los seres humanos.
Y al manifestarse como hombre,
se humilló a sí mismo
y se hizo obediente hasta la muerte,
¡y muerte de cruz! Fil 2.5-8

¿Qué millonario de este tiempo haría lo mismo? aún más, ¿quién de nosotros estaría dispuesto a ceder sus comodidades para ir donde están los verdaderamente pobres?

¡Bendito Salvador! —SG

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